La noche me encontró con la mirada perdida en el horizonte, con mi labio inferior atrapado entre los dientes y con el corazón latiendo a mil por hora.
En definitiva, anoche no fue una noche cualquiera. Por primera vez me sentí prisionera en mi propio mundo, sentí la necesidad de salir corriendo, dejarlo todo y empezar en algún lugar donde nadie me conociera.
Ahora sólo una palabra da vueltas por mi mente: viajar.
Me voy a conocer el mundo, me voy a respirar lugares llenos de aromas desconocidos, me voy a escuchar nuevas melodías con los ojos cerrados y el corazón abierto... me voy.
Partida
Susurrado por
Lucía
lunes, febrero 01, 2010
6 duendes de viento:
con los ojos cerrados y el corazòn abierto,
que lindo...
un abrazo
Las cosas por conocer nos esperan a la vuelta de la esquina, el corazón es buen guía por estos parajes, sin embargo habrá que abrir los ojos a la racionalidad de rato en rato. Lindo relato.
Un abrazo!
Fortuna el encuentro, lindos los escritos. Invitación a mis fragmentos....
Gracias por la visita. Por aquí estamos...
El viaje inmóvil.
Ya comenzó...
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