Compuse algo en mi mente el otro día, algo que quise escribir pero no tenía cómo. Mi memoria no es muy confiable. Se ha vuelto lo contario a una esponja, no absorbe las imágenes o las ideas que quiero que guarde.
Algo iba a escribir, era importante... pero no me acuerdo.
Pequeños fragmentos olvidados
Memoria
Cuando volteo y veo colgado un sueño entre las ramas de los árboles
es cuando recuerdo que lo dejé junto a un poema viejo,
junto a la mirada del tiempo -rabioso- que reclama
por estar en el espacio que ocupa cualquier fantasma.
No sé... no sé por qué lo dejé olvidado.
Lo guardaré en la bolsa donde no olvido las letras que lo nombran
en donde las sombras se esconden de mi mano...
ahí dónde va el maquillaje para mis tristezas
y el color con el que ilumino las alegrías.
Qué importa mientras todo ello vaya conmigo: el sueño... el tiempo... hasta el poema viejo...
Ah! Que no falte la canción que todo lo cura (locura)
ya es como mi alma, mi origen.
...ya sé! Lo había olvidado todo porque nunca cargué con la memoria...
Me sucedió...
Fragmentos de Verdad
"...uno se acostumbra a arrebatar porque parece que es lo permitido, pero cuando uno no lo logra uno puede, primero dar cuenta de que eso que uno terminó por hacer convención no lo es, no debe ser; además, se da cuenta de que tampoco es necesario."
LF (el fragmento que rescato de la charla de una apacible tarde de lunes)
Decreto
Qué diera yo porque el viento estuviera a mi favor trayéndome tus palabras en un golpe repentino
sacudiendo mi centro, sorprendiendo al destino
con esa sonrisa que de a poco me va delatando
porque te va haciendo mío,
porque me va depositando en tus labios,
porque me deja soñar entre tus brazos
cantar sueños juntos
cerrar los ojos con mi imagen en tu mente y
tu imagen en la mía.
No diré "qué diera yo...", decreto: "qué doy".
Y doy todo.
Dejavú
Cerré los ojos y respiré hondo mientras escuchaba aquella melodía.
Me sentí volar sobre grandes árboles que me acariciaban mientras yo sonreía;
un vestido casi etéreo rodeaba mi cuerpo y combinaba con el color de las nubes.
La tibia sensación de tu mirada rodeaba mi sonrisa que asomaba tenue entre mis labios, por segundos quise voltear y hacerte parte de mi sueño... dulce y suave sueño.
Yo no sé si esos instantes contigo fueron un dejavú o mi destino reflejado una y otra vez en los espejos del tiempo. Tu imagen sigue dando vueltas en mi cabeza desde que abrí los ojos; no te he podido despegar de mí... de esa parte de mí que sólo yo sé que está muy dentro...
Respiro... respiro...
Partida
La noche me encontró con la mirada perdida en el horizonte, con mi labio inferior atrapado entre los dientes y con el corazón latiendo a mil por hora.
En definitiva, anoche no fue una noche cualquiera. Por primera vez me sentí prisionera en mi propio mundo, sentí la necesidad de salir corriendo, dejarlo todo y empezar en algún lugar donde nadie me conociera.
Ahora sólo una palabra da vueltas por mi mente: viajar.
Me voy a conocer el mundo, me voy a respirar lugares llenos de aromas desconocidos, me voy a escuchar nuevas melodías con los ojos cerrados y el corazón abierto... me voy.