Cuando volteo y veo colgado un sueño entre las ramas de los árboles
es cuando recuerdo que lo dejé junto a un poema viejo,
junto a la mirada del tiempo -rabioso- que reclama
por estar en el espacio que ocupa cualquier fantasma.
No sé... no sé por qué lo dejé olvidado.
Lo guardaré en la bolsa donde no olvido las letras que lo nombran
en donde las sombras se esconden de mi mano...
ahí dónde va el maquillaje para mis tristezas
y el color con el que ilumino las alegrías.
Qué importa mientras todo ello vaya conmigo: el sueño... el tiempo... hasta el poema viejo...
Ah! Que no falte la canción que todo lo cura (locura)
ya es como mi alma, mi origen.
...ya sé! Lo había olvidado todo porque nunca cargué con la memoria...