Cerré los ojos y respiré hondo mientras escuchaba aquella melodía.
Me sentí volar sobre grandes árboles que me acariciaban mientras yo sonreía;
un vestido casi etéreo rodeaba mi cuerpo y combinaba con el color de las nubes.
La tibia sensación de tu mirada rodeaba mi sonrisa que asomaba tenue entre mis labios, por segundos quise voltear y hacerte parte de mi sueño... dulce y suave sueño.
Yo no sé si esos instantes contigo fueron un dejavú o mi destino reflejado una y otra vez en los espejos del tiempo. Tu imagen sigue dando vueltas en mi cabeza desde que abrí los ojos; no te he podido despegar de mí... de esa parte de mí que sólo yo sé que está muy dentro...
Respiro... respiro...